Pisando los cristales de mis sueños rotos.

No oigo más que voces, palabras vacías que alguna vez fueron recuerdos.
No veo más que fotografías viejas que alguna vez llegaron a ser sueños.
Y no puedo hacer más que andar, andar sin rumbo, sin luz y sin guía. Y perderme.
Oigo el eco de promesas que se perdieron en el viento, y que ahora sopla contra mi como cuchillas, cortando lo que queda de esas sonrisas que antes conseguía sacar en momentos como este.

Sin darte cuenta siquiera,llega un momento en el que las cosas que tu pensabas que estaban bien no son más que finos velos resquebrajados.
Hay veces en las que cuando piensas que las cosas que haces las estás haciendo bien, las haces por los demás, por intentar llegar a una solución. Realmente solo estás empeorando más las cosas. Enzarzándolo todo en un remolino del que no puedes salir y atándote con cadenas que luego no sabrás romper.

Me agacho y miro al suelo, cojo un cristal al azar y miro como si de un espectador se tratase. Porque soy solo eso, un espectador. Por mucho que quiera cambiar lo que pasa en la película no puedo hacer más que mirar. Lejana, ausente.
No soy esa protagonista de las películas en las que al final todo sale bien, la vida no es eso. La vida no es una película, ni yo soy un personaje. Vivir esperando que suene la puerta, abra y seas tu robándome un beso trayendo un final feliz es solo una escena. No es real.
Porque por mucho que lo intente no soy esa princesa de cuento, no soy la protagonista de esa película...

Porque en la realidad las personas se van y simplemente desaparecen

... en la que todo son risas, en la que todo es posible si se desea de verdad. No.
La verdadera película, la realidad, es que las personas tienen su propia vida, no se vuelven y te agarran del brazo para que no te marches, no dan su vida por estar contigo y hacer que estés bien, no vienen detrás cada vez que intentas irte. Simplemente se van,  siguen con sus vidas, esperan a que se te pase y luego sonríen como si nada hubiera pasado. Y tu sigues siendo un espectador. Quieres cambiar la película, a la protagonista, a los personajes. Quieres reescribir el guión pero no puedes hacer nada.

Porque dejar pasar el tiempo no es la solución, es simplemente una excusa