¿Egoísmo o vulnerabilidad?


Un día más.
Otro día sintiendo esta ansiedad.
Me lo merezco...



Fuiste (y sigues siendo) uno de los pilares más importantes de mi vida, mi amigo, mi confidente, mi apoyo, mi persona, ¿cómo narices conseguiste ser tanto en tan poco tiempo?
Ya ni siquiera puedo escribir... ni siquiera sé poner en palabras lo que no soy capaz de decir en voz alta.
Cada día me repito que fue lo mejor que podía hacer, pero cada día duele más... ¿hasta cuándo va a seguir doliendo?
Nunca seré feliz, no lo merezco.



Quiero hablarte, quiero decirte lo mucho que te echo en falta, lo que me duele estar sin tí. Y es que... ¡joder! que me importaría una mierda que no me creyeras al decirte que no hay día que no derrame una puta lágrima al recordarte.
Mentiría si dijera que soporto el hecho de que me odies, mentiría si dijese que no sigo mirando tus perfiles a diario, esperando que haya algún indicio de que este vacío que nos separa se ha acortado un poco. Mentiría si dijese que no me preocupo, que no intento a diario guardar cada una de las cosas que me regalaste tratando de olvidarte...
Pero no puedo, no sería justo. No es lo que quiero, no quiero olvidarte. No serviría de nada, no podría hacerlo aunque quemase todo aquello que me recuerte a tí, no es tan fácil. Los recuerdos no solo los traen los objetos; los recuerdos los traen los lugares, los sabores, los olores, la luz, la oscuridad.
Te recuerdo en cada una de las canciones, en cada uno de los sorbos de vino, en cada uno de los objetos de mi habitación. Te recuerdo en mis paseos, en mis paradas de bus. Te recuerdo en mis días de mirar al cielo y en mis días más ocupados. Te recuerdo en mis noches de insomnio y vienes a mi en sueños.
Me haces sentir tan vulnerable...



Sigo repitiéndome que marcharme fue lo mejor, que era mejor que me odiaras que seguir haciéndote daño, que mereces ser feliz y no podías serlo si yo seguía siendo tan egoísta de tenerte a mi lado.

Pero duele... tengo el pecho al descubierto y esta herida no sana.

Ojalá hubiera podido quererte de la manera que necesitabas, ojalá hubiese sido tu persona dentro del laberinto, ojalá las cosas hubieran sido distintas, ojalá hubiésemos sabido afrontarlo de otra manera...
Ojalá siguieras a mi lado.

Pero soy una cobarde, en mi cabeza no hace más que resonar las palabras de mi madre: "lo hiciste mal", "tenías que haberte alejado para no hacerle daño".

Saber que una persona a la que quieres de verdad sufre al tenerte cerca es realmente doloroso, ¿es que no hay alguna manera de que ninguno de los dos sufra? ¿es que ya no hay ninguna oportunidad de volver a vernos sonreir?


Te extraño tanto...

Comentarios

Entradas populares